El cubismo surge en la primera
década del siglo XX,
constituyendo la primera de las vanguardias artísticas
que se encargó de romper con la perspectiva, el ultimo principio renacentista
que seguía vigente a principio del siglo, ya no existe un único punto de vista
ni tampoco hay sensación de profundidad, tuvo como centro neurálgico la ciudad
de París hacia el año 1907 y como jefes y maestros del movimiento figuraban los
españoles Pablo Picasso y Juan
Gris y los franceses Georges Braque y Fernand Léger. El
movimiento efectivamente se inicia con el cuadro Las señoritas de Aviñón (Demoiselles D'Avignon) (imagen 1) de Pablo Picasso. Entre
las circunstancias que contribuyeron a su surgimiento, se ha señalado
tradicionalmente tanto la obra de Cézanne quien
pretendió representar la realidad reduciéndola a sus formas esenciales,
intentando representar los volúmenes sobre la superficie plana del lienzo de
una manera nueva, tendencia que fue seguida por los cubista, como también el
arte de otras culturas, particularmente la africana, pues se
presentaba en los pabellones de Europa el arte tribal con todas sus formas y
colores.
Existen discrepancias sobre el
origen del nombre, una es la que escribe Apollinaire, en 1914, “este nombre se
debe a Henri Mastisse, quien lo aplico irónicamente, ante algunas obras de
Picasso, Braque, y Metzinger, Glieizes, Léger, Juan Gris, quienes habían aceptado en 1911 este nombre
para el nuevo movimiento”. Otra es que el cubismo es bautizado de esta manera
por el crítico Louis Vauxcelles, quien interpretó así a la utilización de cubos
en el arte de Pablo Picasso y Georges Braque, en forma despectiva, dice Kahnweiler
que dedico el tiempo que paso en Suiza a reflexionar sobre el significado del
cubismo, componiendo su explicación en 1915 y 1916 afirmando que el interés
exclusivo del cubismo era lograr la unidad del objeto pictórico.
El cubismo nace rompiendo
con las tradicionales técnicas de la perspectiva y el claroscuro utilizando en
los tonos grises, verdes y marrón. A la vez rompe con la idea de que el arte
debe imitar la naturaleza y en cambio presentan una nueva realidad que descompone
y fragmenta los objetos. En el cubismo
se dividió en dos grandes líneas un fue el cubismo analítico y posteriormente
el cubismo sintético.
Entre los hechos que
posibilitaron el surgimiento del Cubismo y que marcaron el inicio de siglo XX, pues
en Europa, entre 1850 y 1914, París se remozaba por el masivo programa de
desarrollo urbano iniciado por el Barón Hussmann, también la reputación de la
ciudad como capital de lujo y el entretenimiento se hallaba en su punto
culminante, por la Exposition Universallle
de 1900, que había atraído a miles de visitantes por la veloz expansión de
almacenes y la proliferación de sitios de entretenimiento, sin embargo la
sociedad parisina como la francesa se hallaba dividida por conflictos, el
capitalismo que impulsaba la economía agudizo la desigualdades sociales dando
cabida al surgimiento de los movimientos socialistas, sindicales y feministas.
La competencia internacional por las posesiones y mercados coloniales avivo un
espíritu nacionalista, en esta compleja y dinámica sociedad se desarrolló la
variopinta comunidad de la vanguardia artística, atraídos hacia París por su prestigio
cultural, jóvenes aspirantes a artistas procedentes de toda Europa
arribaron al país, generando así la más
influyente y diversa etapa que da inició algunas vanguardia como el Cubismo, también influyo la aparición de la fotografía
que obliga al artista a buscar otro sentido de transmitir su pensamiento sin
que sea representar la realidad tal y como es, desde ese momento sale el arte
abstracto pues la fotografía era una representación del mundo que vemos y los
cubistas querían representar el mundo que percibimos más interpretativo; el estudio
del psicoanálisis, al evidenciar que pueden haber motivaciones más profundas
para el actuar de cada ser humano ante un hecho y donde las etapas de la vida
no solo se viven sino que algunas dejan huella en el inconsciente y que se
pueden evidenciar en ciertas situaciones de sensibilidad o peligro y la teoría
de la relatividad que indica que el mundo no es tal como lo pretendía demostrar
la geometría euclidiana.
El cubismo se pregunta, también, por los problemas del volumen y del
espacio. Su ruptura con la tradición renacentista e impresionista es total, y
busca un nuevo espacio pictórico para sus formas. Una de las características
del cubismo es su representación en blanco y negro, consecuencia de su
desvinculación con la naturaleza e influido por la fotografía, para facilitar la lectura del cuadro. El cubismo
se preocupa por la representación del movimiento y por lo tanto del tiempo: de
la cuarta dimensión. El tiempo cobra un nuevo significado tras la teoría de la
relatividad de Einstein. El cuadro cubista pretende representar, al mismo
tiempo, todas las formas posibles de ver una figura, esto implica que el
espectador está obligado a mover los ojos para recomponer la figura. El color
ceniza, el blanco y el negro, ayudan a la reconstrucción del cuadro. La cuarta
dimensión está en la mente humana, vemos el mundo con movimiento, con el paso
del tiempo, y eso es lo que pretende captar el cuadro cubista.
Cabe resaltar que el
cubismo fue muy representado en la pintura pues la mayoría de los artistas
mencionados fueron reconocidos por sus pinturas pero también el cubismo inspiro la escultura el mismo
Picasso tubo esculturas cubistas, otro de los grandes escultores del cubismo
fue Alexander
Archipenko y Pablo Emilio Gargallo Catalán y el cubismo años más tarde influyo en la obra del
Payanes Cesar Negret
La Primera
Guerra Mundial marca un punto de inflexión sobre el cubismo, en la obra
de Braque y en la de
algunos del grupo cubista y de los artistas y escritores de vanguardia, pues
los franceses fueron llamados a movilizarse en agosto de 1914 y enviados al
frente de combate. El intercambio de información entre los artistas es casi
totalmente interrumpido. En el inicio del período de
posguerra hacía 1919, la mayoría de los pintores cubistas emprendieron caminos
estéticos diferentes, como el dadaísmo o directamente el abstraccionismo.
Únicamente Juan Gris
continuó con sus experimentaciones cubistas, a través de un estilo muy depurado
que reducía los objetos a su esencia geométrica. Picasso, a su vez, terminaría
sumándose a los surrealistas y por esto se dice que el cubismo fue la base de
las demás vanguardias del siglo XX.
Mientras
Braque después de
recuperarse de una dura operación vuelve con renovado ímpetu, a recuperar el
espacio visual cubista y sus juegos de transformaciones geométricas, basadas en
la representación a diferentes escalas, con la serie dedicada a los billares.
La ausencia de presencia humana en estas obras se mitiga con la representación
de las múltiples vistas parciales que un jugador tiene sobre el tapete y por la
representación de las fuerzas irracionales que mueven las bolas de billar.
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